El proyecto de ley en revisión de promoción de la alimentación saludable consiguió dictamen en Diputados, sin cambios a la media sanción del Senado. Hubo 4 dictámenes y varias disidencias. Se dividió el Frente de Todos y Juntos por el Cambio. Extenso debate.
En un plenario de las comisiones de Legislación General; Acción Social y Salud Pública; Defensa del Consumidor, del Usuario y de la Competencia; e Industria de la Cámara baja avanzó la iniciativa denominada “Etiquetado frontal de alimentos”, con la particularidad de que el Frente de Todos y Juntos por el Cambio se dividieron en apoyar a diferentes dictámenes, siendo que la media sanción que viene del Senado resultó ser el despacho de mayoría que recibió el apoyo tanto de diputados oficialistas como de opositores.
Tras un poco más de 4 horas de tratamiento en las comisiones, el dictamen de mayoría obtuvo 91 firmas, con 6 disidencias, mientras que el dictamen alternativo de la diputada porteña Carmen Polledo (JxC) cosechó 12 firmas.
En tanto, el dictamen del presidente de la Comisión de Salud, Pablo Yedlin (FdT), recibió 5 apoyos y el dictamen de rechazo del diputado porteño Alejandro García (JxC) obtuvo 2 firmas.
Luego de varias reuniones informativas y el trabajo para lograr un consenso, sorprendentemente, este proyecto dividió al oficialismo porque Yedlin, presentó un dictamen de minoría porque “la ley tiene algunos errores que no podrán ser salvados en la reglamentación”.
Para Yedlin, el etiquetado frontal solo debería ser utilizado en alimentos procesados y ultraprocesados (con algunas excepciones) al mismo tiempo que propone utilizar otro perfil de nutrientes y cambiar los plazos más amplios para adaptarse a la ley.
Otro de los puntos en que se diferenció Yedlin fue el tema Mercosur, ya que pidió “una armonización con el Mercosur”, pero el diputado tucumano no logró convencer al resto de sus compañeros de bancada para incorporar estos cambios.
En esta situación que atravezó a los bloques, logró unir a los diputados tucumanos enfrentados en distintos bloques como el diputado peronista Yedlin y el radical José Cano, que se diferenció de todos sus compañeros de bancada y avaló el dictamen de su coterraneo.
Al inicio de la reunión, la presidenta de la Comisión de Legislación General, Cecilia Moreau, planteó cual era la postura de la mayoría del Frente de Todos: “Llegamos a esta reunión para dictaminar la media sanción que viene del Senado para avanzar con esta deuda que nos reclama la sociedad y que tiene que ver con la salud pública”.
La posición del bloque oficialista fue expresada por la diputada del Frente de Todos Daniela Vilar, que coincidió con Florencia Lampreabe quien había considerado que esta iniciativa es una “herramienta de empoderamiento clave para que las y los consumidores tengan información clara para decidir su alimentación” y explicó que para que la ciudadanía pueda ejercer su derecho a decidir es “muy importante avanzar en el tratamiento para que sea ley cuanto antes”.
A estos dos dictámenes, se suma el dictamen de minoría presentado por la diputada porteña Carmen Polledo (Juntos por el Cambio), que no rechazó la media sanción, sino que retomó ese proyecto y le introdujo varios cambios porque “si bien estoy de acuerdo, pero hay temas que no son secundarios y me hacen imposible acompañar esta iniciativa”.
“El tema que observo es como se informará a la población para que la información que se brinde sea veraz, clara y precisa”, dijo Polledo, quien remató: “Otra cosa central es si nos conformamos con informar, promocionar y educar o si avanzamos en prohibiciones y censuras con herramientas de control social propias de regímenes autoritarios”.
También criticó el sistema de etiquetado frontal mediante los octágonos negros porque “hay otra forma de informar siendo menos agresivos y estigmatizantes que permitirían brindar información más precisa, más útil y más integral lo que permitirá”, dijo la legisladora.
En defensa de la industria alimentaria nacional, Polledo manifestó: “Nuestros alimentos generan trabajo y producción, no son basura ni veneno, legislemos con responsabilidad, para educar al pueblo y mejorar nuestros hábitos alimenticios”.
En tanto, gran parte del bloque de Juntos por el Cambio, especialmente los legisladores del PRO, optarán por el dictamen de minoría que impulsa el diputado porteño Alejandro García que directamente rechaza la iniciativa del Senado.
Durante su discurso, García marcó que “un proyecto alternativo era factible y no es que somos ni buenos ni malos ni cómplices si criticamos a la media sanción del Senado”.
“Hubiera sido mejor la posibilidad de buscar una real discusión y un real acercamiento al sector de la industria alimenticia y de pensar algún tipo de coordinación normativa con el Mercosur”, señaló el diputado y presidente de la Comisión de Industria.
“A los fines de lograr una mejor alimentación, no es válido como herramienta”, sentenció García, quien concluyó: “Este formato termina siendo también engañoso”.
Para marcar las divisiones que produjo este tema en los bloques parlamentarios, la diputada cordobesa Brenda Austin (Juntos por el Cambio), se diferenció de sus compañeros de bancada y anunció que apoyará esta iniciativa junto con otros legisladores radicales.
“Vamos a acompañar con el conocimiento de que estamos saldando una vieja deuda que tiene el Congreso con dos derechos como el acceso a la información y a la salud”, dijo Austin, quien defendió punto por punto el texto de la normativa.
Por su parte, la visión de los diputados de Consenso Federal fue expuesta por Graciela Camaño que manifestó que ese bloque está de acuerdo con la ley, pero presentaron observaciones al dictamen.
En sus críticas, Camaño señaló que el perfil de nutrientes que se utilizará “es erróneo y falaz” porque “yo no le dejaría el tema a los burócratas de los organismos internacionales”.
Al igual que lo expresado por los diputados de Juntos por el Cambio que apoyan esta iniciativa, la diputada de la Coalición Cívica Mariana Stilman adelantó que ese bloque avalará el proyecto y explicó sintéticamente que “la finalidad es informar al consumidor sobre los alimentos y bebidas que va a ingerir y darle a su familia”.
A su turno, el diputado mendocino José Luis Ramón (Unidad y Equidad) adelantó su voto positivo al considerar que “cuando hay un octógono de color negro, que dice que hay exceso de azúcar, de sal o de grasa, lo que se está haciendo es dar información al consumidor y es un derecho constitucional”.
Al criticar a los legisladores que “defienden los intereses de la industria alimenticia que no se quiere adaptar”, Ramón fue tajante: “Con esta ley no le prohibimos a nadie que envase y venda basura, sino que le estamos pidiendo que informe que está envasando basura y después está en el consumidor si elige ese producto, pero no podemos permitir que se siga engañando a la gente”.
En tanto, la diputada de Córdoba Federal Gabriela Márquez dijo que ese espacio comparte en términos en general porque “es muy importante la necesidad de garantizar el acceso a la salud y a una alimentación saludable”.
Con una posición favorable, pero con fuertes críticas a las empresas el diputado del Frente de Izquierda Juan Carlos Giordano manifestó: “Esta ley, a pesar de ser solo informativa, es resistida por las grandes empresas multinacionales, las mal llamadas alimenticias, que generan comida chatarra, tóxica. Son grupos que concentran el mercado de alimentos mundial”, remarcó.
Aspectos fundamentales del proyecto
La ley de Promoción de la Alimentación Saludable tiene como propósito “concientizar a la sociedad” sobre la calidad de los alimentos a través de la incorporación de etiquetas -con forma de octógono negro y letras blancas-, en el frente de los paquetes de los productos ultraprocesados, que adviertan la presencia excesiva de nutrientes críticos como azúcares, sodio, grasas saturadas y grasas totales.
- Propone la incorporación en el frente de los productos ultraprocesados de una etiqueta con forma de octógono negro y letras blancas que advierta el exceso de nutrientes críticos como azúcares, sodio, grasas saturadas, grasas totales y calorías
- Determina que los productos que contengan entre sus ingredientes edulcorantes o cafeína tendrán que informar que su consumo no se recomienda en niñas y niños.
- Prohíbe la publicidad dirigida a niños, niñas y adolescentes de productos con más de dos sellos de advertencia.
- Los productos que tengan más de un sello de advertencia no podrán incluir dibujos animados, personajes, figuras públicas, regalos ni elementos que llamen la atención de niños, niñas y adolescentes.
- Protege a las infancias regulando la comercialización de alimentos ultraprocesados con más de dos sellos de advertencia en entornos escolares.
- Determina que, ante iguales condiciones, el Estado deberá priorizar la compra de alimentos sin sellos de advertencia.
Parlamentario