La disminución será del 1 por ciento y se realizará a través de un decreto que todavía no tiene fecha de publicación. El Presidente se lo anticipó al jefe de gobierno porteño en diciembre pasado quien se había beneficiado en 2016 por un decreto de Macri que perjudicó al resto de las provincias argentinas.
No hay ningún refrán que diga algo al respecto pero en la administración pública está claro que lo que un decreto presidencial incrementa otro lo puede reducir. Eso es lo que ocurrirá en poco tiempo más cuando el presidente Alberto Fernández rubrique un decreto que disminuirá la favorable distribución de la coparticipación que durante cuatro años gozó la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Esta decisión no será una sorpresa para el gobierno porteño que conduce Horacio Rodríguez Larreta. Se lo anunciaron en diciembre pasado. La reducción será, por ahora, de un punto porcentual que de acuerdo al actual presupuesto representa unos 36 mil millones de pesos que la Nación necesita para cubrir los agujeros que dejó el modelo económico de Mauricio Macri.
En enero de 2016, a poco de asumir el entonces presidente Macri le concedió al también flamante jefe de Gobierno, Rodríguez Larreta, un incremento en la coparticipación que pasó de 1,4 al 3,75 por ciento. Todo un beneficio para el distrito más rico del país en detrimento del resto de las provincias. Rodríguez Larreta aceptó sin chistar ese porcentaje aunque sus funcionarios siempre dijeron el beneficio no era para tanto porque la ciudad aporta a la copartacipación nacional entre un 22 y un 25 por ciento y sólo recibe el 3,75. Porcentaje que luego se redujo a 3,5 cuando en noviembre de 2017 se firmó el Consenso Fiscal. El argumento que se utilizó para justificar el decreto presidencial era que se debía financiar la creación de la policía porteña.
Transcurrido cuatro años que incluyó el desastre de la política económica macrista, el presidente Alberto Fernández recurrirá también a la misma herramienta pero en esta oportunidad para reducir ese porcentaje que, al decir de los funcionarios porteños, no les mueve el amperímetro al presupuesto de la Capital Federal. El dinero que dejará de percibir Larreta irá al Tesoro Nacional.
El resquicio legal que le permitió tanto a Macri como a Fernández para incrementar o reducir ese porcentaje tiene que ver con una pequeña cuestión técnica y también de temporalidad. La ley de Coparticipación es de 1988 y por lo tanto es preexistente a la creación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Por lo tanto, en esos años el porcentaje de dinero que le correspondía a la Capital Federal por “coparticipación” lo calculaba el Poder Ejecutivo y lo implementaba a través de un decreto. Eso fue lo que le permitió a Macri subir el porcentaje en 2016 y cuatro años después a Fernández reducirlo. Por ahora esa disminución será del uno por ciento pero en la Casa Rosada consideran que es posible que lo que perciba CABA sea solo del 2 por ciento.
La Coparticipación Federal de Impuestos establece una redistribución de los ingresos nacionales en función de las necesidades de cada provincia, lo cual no coincide necesariamente con la proporción de habitantes que vive en cada una de ellas. Se espera que el sistema redistribuya en favor de las provincias “pobres” adjudicándole un monto por habitante muy superior al que recibe una provincia “rica” que, además, estará en mejores condiciones de autofinanciarse que la anterior. En ese sentido, el aumento a la Ciudad de Buenos Aires de 2016 operó el efecto contrario: “premió” al distrito más rico en detrimento del resto. Es lo que ahora se busca subsanar.
Si bien desde el gobierno porteño no emitieron opinión sobre esta medida, lo cierto es que ninguno puede decir que no lo sabía. Este tema fue parte de la charla que Fernández mantuvo con Larreta el 6 de diciembre cuando el jefe de gobierno porteño lo visitó en las oficinas que tenía el Presidente en el barrio porteño de San Telmo. De aquel día solo se informó que el entonces presidente electo le había solicitado a Larreta que quite las rejas de Plaza de Mayo.
Pero hay un dato más: el 16 de diciembre Larreta firmó junto al resto de los gobernadores la adenda al Consenso Federal de 2017 que les impedía incrementar impuestos locales. Por lo tanto Larreta tiene las manos libre para retocar impuestos para compensar lo perdido y si hay algo que a Rodríguez Larreta le encanta es actualizar tributos.
La noticia fue bien recibida por dirigentes del peronismo. Por caso, el titular de la Federación Argentina de Municipios (FAM), Javier Noguera, no sólo respaldó la decisión del presidente Fernández sino que además aseguró que el incremento que en su momento había implementado Macri “agudizó aún más las profundas asimetrías que existen entre el puerto y la periferia. La Capital Federal se parece más a un ciudad europea que a sus pares argentinas y eso no es correcto ni normal. Es una mueca más de la trágica historia argentina que sigue concentrando la renta en el puerto en perjuicio del resto del país”, indicó el intendente de la localidad tucumana de Tafí Viejo. Es más, señaló que “esta visión centralista-porteña debe cambiarse por una mirada federal que resuelva los problemas del desarrollo en el basto territorio nacional”.
La afirmación de Noguera crece en peso específico cuando se miran los números nacionales donde la ciudad de Buenos Aires se destaca como el distrito que más recauda de todo el país. Tan es así que lo que recibe en concepto de coparticipación nacional representa solo el 11 por ciento de su presupuesto.
(de Página/12)