En una entrevista exclusiva, el exministro se mostró molesto con Alberto Fernández por hablar de “prisiones arbitrarias” en lugar de “perseguidos políticos”. Afirma que el gobierno de Macri ha hecho “cualquier cosa con tal de inculpar a dirigentes opositores”, y que si Boudou sigue detenido es para presionar a Cristina.
Luego de casi dos años y medio preso, y de continuar ahora bajo el régimen de detención domiciliaria y con tobillera electrónica, da la sensación de que a Julio de Vido las formas ya le resbalan un poco. Por eso no dudó en fustigar con cierta dureza al presidente Alberto Fernández -a quien votó “y a quien volvería a votar”, aclara- por haber afirmado que no hay presos políticos sino prisiones arbitrarias.
“Ninguna prisión arbitraria. Nosotros somos presos políticos. Una prisión arbitraria es la que puede sufrir alguien que conduciendo un auto haya derivado en una muerte y puede estar mal detenido. Otra cosa es una persona que fue objeto de una persecución política sistemática, que está probada con todas las idas y vueltas de todos los arrepentidos, incluido D’Alessio, en donde queda palmariamente expuesto que todas las instrucciones de las causas que han sido elevadas a juicio oral son truchas”.
Así, a pico de intensidad, arranca la charla que mantuvo MARCA INFORMATIVA con el ex ministro de Infraestructura de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner.
Indignado todavía con las irregularidades que asegura se dieron en los procesos de instrucción de las causas en su contra, que en su mayoría estuvieron en manos del tándem Stornelli-Bonadío, apuntó contra el perito David Cohen, aquél que copió la monografía de dos estudiantes chilenos y que citó organismos internacionales inexistentes, para concluir que hubo sobreprecios en la compra de GNL durante su gestión.
En breve Cohen enfrentará un juicio por falso testimonio, al que se le aportará como pruebas el entrecruzamiento de llamadas entre el perito trucho y personajes igualmente oscuros de los servicios de inteligencia, de estudios jurídicos ligados a la AFI, de la Policía, diputados nacionales del macrismo, lo que marcaba una estrechísima vinculación con el poder central en momentos en que elaboraba su supuesta pericia.
“Tiene abundantes llamadas, incluso con el perito (Juan Alfredo) Brito, que es otro mentiroso porque dijo que el ferrocarril del accidente de Once no frenaba, cuando en el juicio quedó demostrado que no era así”, sostuvo De Vido.
-Cohen resultó clave para detenerlo por la causa GNL, pero su intervención resultó bastante precaria. ¿Por qué cree que se recurrió a un mecanismo tan torpe?
-El perito Cohen es una especie de capobastone, como le llaman los mafiosos calabreses. Es parte de toda esta banda de sinvergüenzas y todo estos truchos, como pasó con el perito Gonard, en el juicio por la obra pública, que compara precios de mantenimiento de rutas nuevas con las que no lo eran. Fijate que a Boudou también lo condenan con un arrepentido, Vanderbroele, tan trucho como todos los arrepentidos, porque han sido forzados a declarar mentiras a cambio de su libertad. Cualquier cosa se ha hecho con tal de inculpar a dirigentes opositores. Por eso me parece una barbaridad que Boudou esté detenido.
-Usted se quejó de que había gente “cómoda” con esas detenciones. ¿A qué se refería?
-Sí. Yo creo realmente que lo mantienen detenido y se atalonan en esa posición como una amenaza a Cristina.
-¿A Cristina?
-Claramente, porque cuando el presidente habla de prisiones arbitrarias, entonces cabe preguntarse: ¿por qué entonces la vicepresidenta no está detenida? No está detenida porque tiene inmunidad parlamentaria. A diferencia de lo que pasó conmigo, en ese caso Pichetto, un dirigente de la oposición, bregó por el principio de inocencia y por hacer valer los fueros parlamentarios, que para algo están y existen desde el derecho romano. Imagínese entonces si en ese momento Cristina hubiera sido detenida por esos inventos de los peritos truchos. ¿Cómo hubiera sido la historia argentina? Seguramente estaría gobernando Macri todavía. Entonces no es una cuestión menor porque el destino hubiera sido otro.
-¿Está molesto con el presidente por esa expresión?
-Creo que hay que pensar las cosas antes de decir pelotudeces. Perdón, pero no puedo hablar de otra manera. No puede hablar de detenciones arbitrarias cuando se trató de un sistema de persecución judicial, y cuando la propia vicepresidenta no está detenida solamente porque un opositor como Pichetto hizo respetar el principio de inmunidad parlamentaria.
-En la causa GNL da la sensación de que se conjugan de forma palmaria todos los componentes que tiene que tener el lawfare: medios, justicia, política, servicios. Quedó toda la partitura al aire. ¿Cómo lo percibe?
-Sin dudas que fue así. Ahí se pudo ver todo: trabajaron como en una gran familia, con el capobastone Cohen, los juzgados federales de Comodoro Py, y por supuesto el gran jefe de todo que es la Embajada de Estados Unidos, apoyada por los operadores mediáticos, y Macri como coordinador de todo. Un lawfare de manual.
-¿Qué opina de las recientes declaraciones de D’Alessio, cuando dijo que puede hacer caer las causas emblemáticas contra el kirchnerismo?
-No hace falta que D’Alessio diga nada. Solamente con ver los expedientes de la Causa Dolores queda claro. Tenemos absoluta certeza de que D’Alessio es un extorsionador, y además un tipo hábil que identifica la realidad todo el tiempo y se adapta. Es un diletante, un mentiroso, pero sobre todo, un extorsionador. Por eso para mí no tiene ningún valor las declaraciones de este tipo: ni cuando mejoran mi condición procesal, ni cuando me pegan. Yo lo que espero es que el juez Ramos Padilla siga investigando.
-Supongo que tiene expectativas por la investigación que está llevando a cabo en Dolores…
-Sí, pero Ramos Padilla no necesita que le digamos todo lo bueno, honesto y transparente que es como juez. Lo que necesita es que las personas que manejan partidas presupuestarias le den los apoyos materiales y humanos para que profundice esta investigación. Y es clave porque cuando la termine se va a poder determinar claramente que aquí hubo una persecución sistemática, organizada por la Embajada de Estados Unidos, que sus máximos operadores son La Nación, Clarín y Canal América, y que su ejecutor ha sido el expresidente a través de sus operadores judiciales Angelici y Rodríguez Simón, que operan sobre toda esa basura de Comodoro Py.
-Leí que no le gustaron las declaraciones del ministro Gabriel Katopodis sobre crear una unidad de transparencia en la obra pública…
-Yo lo siento a Katopodis hablar tan livianamente sobre transparencia, y que va a hacer denuncias si encuentran irregularidades. Me parece bárbaro, pero para eso está la Procuración del Tesoro, está la Sindicatura General de la Nación. Esos son los organismos que tienen que controlar la transparencia y la calidad administrativa del gobierno. Los ministros están para trabajar. Lo que él tiene que controlar es que sus funcionarios ejecuten el presupuesto que tienen que ejecutar.
-¿En qué se diferencia eso que propone Katopodis de la auditoría sobre toda la obra pública que había pedido Cristina Kirchner?
-Muy sencillo. Que cuando Cristina pidió esa auditoría era sólo candidata a senadora nacional, o sea una ciudadana común. Y este señor es Ministro de Obras Públicas.
-¿Ha tenido comunicación con Cristina?
– No. No tengo comunicación con ella y tampoco necesito tenerla. Néstor Kirchner decía que la política no es un club de amigos. Y yo creo que sí. La política es hacer las cosas bien y ser muy duro, más aún con los que son tus amigos.
(de Marca Informativa)