La exprimera dama declaró ante los fiscales y el juez. Nombró al médico de Olivos y a la exministra Mazzina. En las próximas horas comenzarán las citaciones de testigos.
Durante cuatro horas, con breves interrupciones para recomponerse, la exprimera dama Fabiola Yáñez detalló ante funcionarios judiciales al menos seis hechos de violencia física por los que acusó a su ex pareja, el expresidente Alberto Fernández. Lo hizo este martes en videoconferencia desde Madrid ante el juez Julián Ercolini y los fiscales Ramiro González y Mariela Labozzetta. En su declaración, narró momentos de los diez años en los que estuvo en pareja con Fernández y contó cómo la violencia fue intensificándose progresivamente en el tiempo. Según denunció, 2023, el último año de la relación y del Gobierno de Fernández, fue el peor.
De los hechos de violencia que denunció, tres incluyeron violencia física explícita, según detallaron a Cenital fuentes con acceso a la declaración de Yáñez. Uno, el del golpe en el ojo, que se le puso morado, en agosto de 2021; que ella ya había detallado en el escrito que presentó este lunes en la causa. Otro, el del brazo moretoneado que se ve en las fotos que le envió a la secretaria de Fernández, María Cantero, investigada por supuestos negociados con el Estado y de cuyo teléfono surgen las primeras informaciones sobre violencia de género en la pareja presidencial. Y otro más, en el que el expresidente la agarró del cuello.
Según el detalle que aportó la exprimera dama, durante los tres primeros años de la relación, entre 2013 y 2016, Fernández la controlaba permanentemente por teléfono cuando no estaba con ella, lo que Yáñez definió como “violencia psíquica”. En 2016, cuando comienzan a convivir, la violencia verbal se incrementó y comenzó la violencia física, a partir de un embarazo no planificado que terminó siendo interrumpido. Ese período de tiempo se llevó varios minutos de la declaración ante los funcionarios judiciales. Según relató, fue en aquel momento cuando ocurrió un episodio en el que Fernández la arrastró desde el ascensor hacia el pasillo para impedir que ella se fuera del departamento que compartían en Puerto Madero y donde el exmandatario aún reside. También entonces, contó cosas vinculadas a su intimidad. La escalada de violencia tuvo su pico en 2023, a la par de la debacle política del expresidente.
Yáñez mencionó al entonces médico presidencial Federico Saavedra y a la exministra de Mujeres Ayelén Mazzina como las personas a las que ella misma puso al tanto de la violencia física, además de sus amigas y su madre. Mazzina ha desmentido enfáticamente estos dichos y anticipó que se presentará en la causa. La exprimera dama también mencionó tanto en su escrito como en su declaración a otros exfuncionarios, como Juan Pablo Biondi o Dora Barrancos, aunque solo relatando consejos que le daban respecto del hostigamiento digital que recibía.
En un aporte novedoso para la reconstrucción de un episodio que marcó negativamente sin retorno el Gobierno de Fernández, Yáñez aseguró en su declaración que la “Fiesta de Olivos” no fue organizada por ella sino por el expresidente. Y dio detalles como que Fernández dispuso qué torta había que comprar antes del evento que, cuando trascendió, significó un quiebre definitivo de la opinión pública para su gestión. Según relató la exprimera dama, en varios de los episodios de violencia Fernández la responsabilizaba por ese festejo y por haber causado con él el derrumbe político de su administración.
El fiscal Ramiro González decidirá en las próximas horas quiénes serán los primeros testigos en la causa, en la que además deberá sumar los chats y otros documentos que prometió aportar la exprimera dama para respaldar algunos de sus dichos. El funcionario judicial tiene en su poder varios dispositivos electrónicos del expresidente, incautados en un allanamiento la semana pasada luego de que Yáñez denunciara que Fernández no estaba respetando la restricción perimetral de contacto que le había impuesto el juez. Además, el fiscal también deberá resolver un pedido de Fernández para que la causa cambie al fuero federal de San Isidro, lo que significaría un cambio de juez.
Durante la audiencia con Yáñez, el juez impidió la participación de la abogada de Fernández, Silvina Carreira, para preservar a la exprimera dama durante un momento de mucha vulnerabilidad emocional. Para la defensa del exmandatario esa decisión invalida la declaración de Yáñez y por ello pedirá la nulidad de lo actuado.
Cenital
