DÓLARES PARA IMPORTAR: LA LETRA CHICA DE LA NORMA PARA QUE EMPRESAS SE FINANCIEN CON EXPORTACIONES DE 2024 

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El Banco Central publicó la regulación que amplía el uso de líneas de prefinanciación de exportaciones. “Zanahoria” para las grandes empresas y gestiones con los bancos para patear u$s 3000 millones hacia adelante.

Es oficial. Las grandes empresas que tengan operaciones de exportación e importación podrán realizar las compras al exterior con líneas de prefinanciación de exportaciones y pagarlas dentro de un año, con las divisas de esas exportaciones futuras. El Banco Central publicó este jueves la norma que había anticipado El Cronista, luego de su reunión de directorio. Antes, el titular de la entidad, Miguel Pesce, la había negociado con grandes empresas y entidades financieras. 

Las compañías tendrían a su favor una especie de seguro de cambio: podrán mantener los pesos que iban a destinar a la compra de divisas en activos atados a la cotización oficial del dólar.

El Banco Central espera, con este mecanismo, patear para adelante una demanda de divisas de u$s 3000 millones. Es posible una lectura “10-D”: administrar la escasez y que la pague la próxima gestión. Pero las fuentes oficiales y del sector privado consultadas tienen otra perspectiva: el año próximo habrá una mejor cosecha y, novedoso, una balanza comercial positiva en el sector energético. Habrá, dicen en despachos oficiales, unos u$s 25.000 millones que hoy faltan. Claro que también se registrarán fuertes vencimientos de deuda con acreedores privados y el FMI, si es que no se renegocia, pero, insisten, no faltarán los dólares que hoy resulta tan difícil conseguir.

Detalles

El viernes por la mañana, los equipos legales de bancos y empresas analizaban la comunicación A 7770 del Banco Central. A las 11, vía zoom, los técnicos del BCRA le explicaban los cambios a los enviados de las entidades financieras, como el ICBC, el Santander y el Patagonia, tres de los bancos con los que la autoridad monetaria venía hablando.

La norma estableció que “se admitirá la aplicación de divisas de cobros de exportaciones de bienes a la cancelación de vencimientos de capital e intereses”, en situaciones en las que el importador obtenga financiamiento de bancos locales (“a partir de una línea de crédito con una entidad financiera del exterior”), bancos extranjeros, agencias de crédito a la exportación o proveedores. Esos desembolsos podrán destinarse a pagar importaciones a la vista y/o diferidas.

El importador debe cumplir con determinados requisitos. El primero, demostrar que tenía una SIRA en estado “salida” a la fecha del origen de la financiación. El origen del crédito no puede ser anterior al 19 de mayo. Para cancelar el crédito, debe demostrar el ingreso aduanero de la mercadería.

 Además, la financiación no puede tener vencimientos de capital y/o intereses hasta que hayan transcurrido 240 días corridos desde el registro de ingreso aduanero de los bienes. El vencimiento final del crédito debe ser, como mínimo, a partir de los 365 días corridos. El acceso a las divisas para pagar esos créditos estará vinculado a las exportaciones de bienes concretadas con posterioridad al registro de ingreso de los bienes importados.

Dicho más sencillo: el financiamiento en dólares conseguido con líneas de prefinanciación de exportaciones (más blandas que el crédito comercial regular) podrá usarse para pagar importaciones actuales, documentadas, y cancelarse al menos un año más tarde, a partir de los dólares que generen las exportaciones futuras. Los bancos, a su vez, deberán dejar todo documentado en el Régimen Informativo de Operaciones de Cambios (RIOC).

La “zanahoria”

Las empresas que paguen sus importaciones con estos créditos podrán cubrirse con una cuenta bancaria dollar linked, similar a la que el BCRA ya habilitó para productores agropecuarios, “a partir de transcurrido un plazo de 60 días corridos del registro de ingreso aduanero”. Otra opción similar, también a los dos meses de la importación: “Suscribir Letras Internas del BCRA en pesos y liquidables” al tipo de cambio oficial. Cobertura ante una eventual devaluación.

En una gran empresa multinacional, que mostró en interés en el mecanismo, se preguntaban qué requisitos pedirían los bancos. “Si piden algún tipo de aval de las casas matrices, va a ser más complicado”. El BCRA aceleró las conversaciones con las entidades para facilitar la operación ya que, argumentan, las empresas tienen los fondos actuales para pagar esos créditos (que se depositarán en cuentas atadas al dólar) y suficiente espalda como para comprometer sus exportaciones del año próximo.

Una fuente que sigue el minuto a minuto del sector fabril advirtió que el crédito comercial, de corto plazo, del sector privado, no deja de aumentar y ya ronda los u$s 12.000 millones. Es, con todo, una situación manejable, porque las empresas tienen liquidez y mecanismos de cobertura (bonos duales, dólar futuro, etcétera), “siempre que la próxima gestión respete esos contratos”, advirtió.

Claro que nada de esto es inocuo. “El Gobierno busca que no caigan la actividad ni el empleo, pero la variable de ajuste es la inflación”. Tanto el financiamiento comercial como las medidas recaudatorias, como la que impide destinar crédito fiscal para el pago de IVA y Ganancias al momento de importar, son costos que las empresas trasladan a precios.

El Cronista

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