El entonces canciller argentino presionó al embajador Jorge Yoma para que Perú no reciba a Evo en pleno exilio. “Faurie dio la orden para que cercar el avión y no pueda aterrizar”, contaron fuentes diplomáticas a LPO.
El rol del gobierno de Mauricio Macri durante el golpe de estado contra Evo Morales sigue dando giros que complican al ex presidente y sus funcionarios.
La denuncia de Bolivia corre por dos andariveles. Por un lado, la carta con firma del comandante de la Fuerza Aérea, general Jorge Gonzalo Terceros, al entonces embajador argentino y actual ministro de Trabajo de Jujuy, en agradecimiento el material antimotines recibido de Argentina que muestra al apoyo a los golpistas y, por el otro, el supuesto envió ilegal de un cargamento con 10 pistolas semiautomáticas, 2 escopetas de repetición, 5 carabinas automáticas, 2 ametralladoras, 2 fusiles de repetición, 12 chalecos antibalas, 12 cascos balísticos, 2 escudos balísticos, 2 visores nocturnos y 8.820 municiones de distintos calibres.
También el traslado de once integrantes de la Gendarmería Nacional, 70.000 cartuchos anti-tumultos, 100 spray de gas pimienta y 661 granadas de mano de gas hostigamiento que, de acuerdo al argumento de los ex funcionarios, fueron destinado a entrenamiento.
Sin embargo, el jefe de la Policía de Bolivia confirmó que parte ese material se encuentra en los depositos de la fuerza de seguridad del país del altiplano. Esto motivó la imputación por “contrabando agravado” para Macri, Patricia Bulrrich y Oscar Aguad en la justicia argentina.
Fuentes consultadas por LPO confirman que el ex canciller, Jorge Faurie, tuvo un rol protagónico en la intención de no dejar aterrizar al presidente depuesto en territorio peruano para abastecer el avión de nafta
Otro plano importante de la investigación se enfoca en el rol del gobierno de Macri en los momentos posteriores a la salida forzada de Evo de Bolivia. Fuentes consultadas por LPO confirman que el ex canciller, Jorge Faurie, tuvo un rol protagónico en la intención de no dejar aterrizar al presidente depuesto en territorio peruano para abastecer el avión de nafta. “Faurie dio la orden para que el avión no pueda aterrizar”, cuentan fuentes diplomáticas.
Los hechos producidos el 10 de noviembre coincidieron con la transición política en Argentina que tenía Alberto Fernández como presidente electo y Mauricio Macri transitando el último mes de mandato.
La orden de Faurie a la embajada argentina en Perú generó tensiones con Jorge Yoma quien hizo caso omiso al pedido de su jefe y se negó a dejar en soledad al líder del MAS. Entonces, se dispuso a coordinar con las autoridades peruanas que en un primer momento decidieron mantener el espacio aéreo.
Días después de este episodio, el propio representante en Perú consideró como un “bochorno diplomático” la actitud regional contra el ex jefe de estado boliviano a través de sus redes sociales.
Según pudo saber este medio, el argumento del ex ministro para vetar el aterrizaje de Evo fue “la articulación de los países de la región”. No obstante, el actual ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, Rogelio Mayta, sugirió en una entrevista con LPO que la articulación vino del gobierno de Estados Unidos.
Cuando Evo pidió asilo político, los países de la región se negaron. Fue por eso que México decidió enviar un avión para rescatarlo y asilarlo en su país. En el medio, pudo hacer una parada en Paraguay y Ecuador para cargar nafta.
Como la decisión de permitir el uso del espacio aéreo es del país, lo que intentó hacer la embajada en Perú fue gestionar la apertura para que Evo pueda salir de Bolivia. Faurie ordenó coordinar el cerco aéreo para que no salga el avión pero Yoma no acató. “La presencia de Evo en Cochabamba podía derivar en una tragedia”, explicaron fuentes diplomáticas a este medio.
Faurie declaró públicamente el 11 de noviembre que “en Bolivia hay un vacío de poder, no están los elementos para describir esto como un golpe de Estado. El 15 de ese mes la Organización de los Estados Americanos a través de sus 15 miembros evitaron calificar lo sucedido como un golpe. Muchos de esos países decidieron cerrar sus espacios aéreos en el momento de la salida de Evo de Cochabamba.
La orden de Faurie a la embajada argentina en Perú generó tensiones con Jorge Yoma quien hizo caso omiso y permitió la escala del líder del MAS
Una fuente cercana a la embajada argentina en Perú reconstruyó los hechos de ese día y dijo que “lo que pasó fue un bochorno que no se entiende. Si no hubiese sido por Lopez Obrador, Evo se moría. Es una cuestión de humanidad, no de afinidad política”.
El gobierno boliviano quiere ir a fondo, como contó LPO, no descartan que Macri y los funcionarios involucrados también tengan que dar explicaciones en la justicia de ese país. Desde Suiza, el expresidente no tuvo reparos en defender su postura política y en una reciente entrevista negó que lo ocurrido haya sido un golpe de estado.
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