LA OPERACIÓN DE MILEI PARA COLONIZAR EL ESTADO Y LA JUSTICIA: PUREZA LIBERTARIA Y ESTILO KIRCHNER

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Con el mensaje de “casta diplomática”, apura una razzia y pide fidelidad para empleados del Estado. Caputo quiere jueces y a un amigo en la Procuración. Se cayó el pacto con el peronismo. El brazo talibán en las listas de LLA.

«Sin épica, sin relato, la gente no aguanta el ajuste». Javier Milei celebra su método. Tras un septiembre de derrumbe, con encuestas propias que le marcaron una caída de entre 10 y 12 puntos, el libertario recuperó dos tercios de esa baja, y volvió al centro del ring. En Casa Rosada, donde resuena la frase que abre la crónica, se comparan sin pudor con el primer kirchnerismo, la etapa en que Néstor Kirchner sacudía la agenda a diario y avanzaba en su obsesión de construir –reconstruir– la autoridad presidencial que desdibujó, hasta bordear el ridículo, con Fernando de la Rúa.

En La Libertad Avanza (LLA) se espejan en las tácticas K. A los anuncios fuertes a diario, el control de la agenda y a la conducción brutal de Milei la complementan con una militancia bestial. “Necesitamos un brazo talibán que defienda todo, no importa como ni con qué métodos”, explican a Cenital, y describen al ejército de trolls que comanda Santiago Caputo como “La Cámpora de Milei”. La analogía expone una lectura: Milei asume como exitoso el proceso de construcción de poder de los K, lo imita y parece desideologizar los modos.

Las listas de 2025 serán la expresión del modelo que impulsa el Triángulo de Hierro: la pureza absoluta. Eso incluye ubicar talibanes en las boletas. Un caso: Daniel Parisini, el brumoso Gordo Dan, será candidato libertario en Santiago del Estero, la provincia donde nació. Parisini, que no hace nada sin la bendición de Caputo Jr., es el portavoz del plan de colonización del Estado “con amigos y familiares”. Federico Sturzenegger contó que, desde que asumió Milei, la planta del Estado se redujo en 33.291 trabajadores. La dinámica no es tan simple: el dato refleja la foto final pero, en medio, hubo sectores donde se bajaron de contratos de la gestión del Frente de Todos pero hubo contratados de la era Milei.

Es una de las tareas, muy compleja, que tendrá Gerardo Werthein, el nuevo canciller, que se muda a Buenos Aires y no podrá darle el uso que planeaba a la propiedad que adquirió en Washington DC. En Cancillería dicen que la pagó, con su plata, más de 5 millones de dólares. Debe ser una exageración, un comentario malicioso de los que ven al empresario como un verdugo.

Werthein, que tejió un vínculo preferencial con Milei, aparece como ideólogo del achicamiento del cuerpo diplomático argentino que tendrá, como primer paso, la supresión de embajadas para montar un sistema de representaciones regionales. La semana pasada, el Gobierno estrenó la categoría “casta diplomática” luego de que Presidencia anunciara una “auditoría” ideológica del personal de carrera.

El exembajador en Estados Unidos, como contó Cenital, era el canciller en las sombras. Un proceso que visibilizó las impericias de Diana Mondino a quien, según la lectura de Casa Rosada, el cargo “le quedaba grande” y, además, sugieren que por su edad “no podía seguir el ritmo de un lugar muy difícil”. Curiosidad: Mondino tiene 66 años, dos menos que su reemplazante. La economista demoró 36 horas su renuncia para gestionar una salida elegante con Guillermo Francos. Quizá tenga más suerte que Nicolás Posse.

Latigazos de pureza libertaria

El hisopado de la pureza acecha a los radicales que pujan, algunos con desesperación, por entrar en la ecuación de Milei para que les den lugares en las listas. Hay un caso testigo. Mariano Campero, el diputado tucumano que cambió su voto para apoyar el veto a los jubilados, sintió el frio libertario. Karina Milei hizo un acto en Tucumán. Campero esperaba un gesto. La hermanísima prefirió darle juego a Lisandro Catalán, el dos de Guillermo Francos y también tucumano, que quiere ser candidato por LLA de esa provincia.

Catalán tuvo, hace semanas, un cruce feo con Patricia Bullrich cuando la ministra arrimó cinco «radicales pelucas», operación que ejecutó Damián Arabia, para el club de los 87 héroes. El secretario de Interior le reprochó que metió, sin avisarle, a Campero al juego y entendió ese movimiento como una invasión de su jardín. Karina medió a favor de Catalán –a quien le otorgó ADN libertario, porque anunció como referente de LLA en la provincia que gobierna Osvaldo Jaldo– que quiere, como Campero, pelear por la gobernación en 2027.

Bullrich logró una butaca en mesa política de LLA que, entiende, lo posiciona mejor que a su enemigo: Mauricio Macri. Pero para Bullrich corre, y ella lo admite, una consideración similar que para los radicales: porqué darles bancas a bullrichistas si se pueden dar a libertarios, de Karina o de Caputo, que en los papeles son más leales. “Patricia está preparando su próxima traición”, dice un libertario que disputa con ella y enumera la ristra de identidades políticas que vistió la ministra de Seguridad.

Bullrich vio cómo opera el latigazo de la pureza libertaria. Romina Diez, diputada de LLA por Santa Fe, intervino para suspender un acto que la ministra compartiría con el gobernador Maximiliano Pullaro y el intendente de Rosario, Pablo Javkin. El mensaje libertario fue que Pullaro es “un enemigo” y que, por eso, no podía formar parte de la firma. Se suspendió el acto y se fijó nueva fecha sin el gobernador. Así y todo, Pullaro figura en la lista de los mandatarios de la UCR, junto a Alfredo Cornejo (Mendoza), Carlos Sadir (Jujuy) y Gustavo Valdés (Corrientes) que serán invitados a un encuentro con Milei esta semana, una continuidad de la que el presidente mantuvo días atrás con los del PRO y filo PRO.

Si esa incertidumbre acosa a Bullrich y a la UCR Peluca, ¿qué puede esperar Macri? En Casa Rosada no ocultan que quieren un pacto con el PRO en la provincia de Buenos Aires, donde los votos macristas son imprescindibles para enfrentar al peronismo, pero no quieren acuerdo en CABA. El interés del jefe del PRO es inverso: aunque mira el AMBA como única unidad de negocios, su prioridad es la ciudad y cederle la cabeza de la boleta a Milei, para Karina o para Manuel Adorni –o para ambos– es firmar una rendición a futuro.

La ruleta electoral empezó a rodar y surgen variantes de impacto. Una sugiere un acuerdo del centro que postule en CABA a Miguel Pichetto como senador y a Elisa Carrió como diputada. ¿Es posible ese maridaje? ¿Es competitivo? Pichetto tiene mandato hasta 2027 pero se dice dispuesto a la aventura con la bandera del republicanismo y las instituciones, dos conceptos que Milei dinamita con su invocación a la casta.

El ensable Pichetto-Carrió tendría una franquicia bonaerense con el protagonismo de Facundo Manes, Florencio Randazzo y Emilio Monzó. Este martes, en Tigre, dominio de Julio Zamora, habrá una postal que alimenta esas elucubraciones: Zamora recibirá a Randazzo y a Juan Schiaretti, en una secuencia que incluyó, antes, a Manes y a Horacio Rodríguez Larreta. “Acá somos muchos dirigentes pero hay pocos votos”, dice uno de ellos.

Villarruel y el oxímoron del libertarismo institucional

Que el medio es un no lugar electoral es un dato verificable. La política argentina tiene una cosmogonía que tiende, siempre, a la polarización. Milei, es obvio, la alienta. El libertario, como centro de gravedad, busca desactivar a los que habitan su mismo cuadrante ideológico. El destrato a Victoria Villarruel pareció, en términos de opinión pública, muy eficaz. Dos estudios, uno de Fixer y otro de Opina Argentina, muestran variables complementarias sobre eso. Fixer registra una fuerte caída de la imagen de la vice, con la positiva en 39% y un diferencial negativo de 11 puntos. Opina, de Facundo Nejamkis, ensaya un duelo entre Milei y Villarruel, y el presidente gana con un lapidario 86 a 10.

A Villaruel la tientan con la conformación de un espacio “liberal”. Francisco Paoltroni, senador por Formosa que fue echado de LLA, es el impulsor de ese armado que patrocina un libertarismo republicano, que denomina los “Lijo no”, algo así como un libertarismo institucional. Se solapa con lo que pretende expresar Macri cuando, por caso, ayudó a voltear el DNU por los fondos negros para la SIDE.

En el diseño de Paoltroni aparecen el economista Gustavo ‘Lacha’ Lazzari y María Eugenia Talerico como hipotéticos candidatos en PBA y en CABA. Villarruel se escuda en una frase que puede convertirse en una condena. “No quiero ser Chacho, ni Cobos, ni Cristina”, repite. Traducción: ni renunciar, ni votar en contra, ni ¿complotar? desde adentro. Villarruel, a diferencia de Milei, confunde fondo con formas.

Tras la experiencia del FdT, CFK quedó en pie y, aun herida por el trámite, será presidenta del PJ. El post trauma de los otros dos es perdidoso: Chacho Álvarez, que se había vuelto una figura de consulta de Alberto Fernández, está retirado en Varela Varelita. Julio Cobos es diputado que enfrenta, ahora, una crisis correligionaria: no sabe donde pararse en medio de una interna y lo más probable que en vez de sumarse a una de las facciones –Manes o Rodrigo De Loredo– arme una tercera.

La hora de los jueces

La remake del estilo Kirchner que ensaya Milei puede incluir un avance sobre la Corte Suprema. La semana que pasó hubo movimientos concretos en ese frente. El más potente es que los libertarios dieron por caído un acuerdo que, afirman, se había conseguido con el peronismo para nombrar a Ariel Lijo y Manuel García Mansilla, a cambio de una ampliación del máximo tribunal a nueve integrantes. El dato es doble: la admisión de que había un pacto y, en paralelo, de que ser cayó.

Como contó Cenital, Milei está decidido a avanzar con la designación de más de 150 jueces y camaristas de todo el país, trámite por el cual sondeó con varios gobernadores para saber sus preferencias en las ternas. Esa negociación le permitiría pasar los pliegos por el Senado sin necesidad de acordar con el PJ. Así y todo, no está claro que el peronismo esté afuera del reparto ni, tampoco, que la jugada no forme parte de una maniobra más grande.

Entre los seleccionados por el Poder Ejecutivo estaría, por ejemplo, Juan Rafael Stinco, vinculado a Eduardo ‘Wado’ De Pedro y a Axel Kicillof, de quien fue asesor cuando el gobernador estaba en Aerolíneas Argentinas. Hay otros movimientos: Pablo Yadarola podría ser nominado para una cámara de San Martin y, de ese modo, liberar un juzgado en el Penal Económico. Otra designación puede leerse como un toreo a Horacio Rosatti, el presidente de la Corte: Emilio Rosatti, hijo del supremo, figura en una terna para un Tribunal Oral de Rosario pero el lugar sería para una postulante.

Hay más: Sebastián Elías, secretario letra de Carlos Rosenkrantz, figura primero en la terna para la Cámara de Apelaciones de Mendoza y quedaría afuera en la lista de elegidos por Milei, según un “borrador” que publicó Manuel Jove en TN. La lectura previsible es que la Casa Rosada parece tensionar con dos miembros de la Corte. En esa nómina aparece otro nombre ruidoso: el presidente elegiría a Marcelo Bailaque, juez federal de Rosario, para la cámara de apelaciones de ese departamento. No es un caso más: Bailaque es investigado por el Consejo de la Magistratura luego de una serie de denuncias, apoyadas desde la Legislatura santafesina, por supuestos vínculos con un grupo narco de Rosario. El Consejo de la Magistratura citó para este jueves a la legisladora Lionella Cattalini, que acusó a Bailaque de “retrasar las investigaciones” contra Esteban Lindor Alvarado, jefe del clan Alvarado. 

¿Qué nivel de involucramiento tuvo Milei en persona a la hora de poner la firma para bendecir a esos postulantes? ¿Conoce el CV de cada postulante que mandará al Senado o descansa en las sugerencias de Caputo que, a su vez, contó con el aporte del estudio Marval O’Farrel Mairal, de donde proviene María Ibarzabal, “Mery”, firma de confianza del asesor presidencial? ¿Conoce, por caso, la polémica que existe en torno a Bailaque, donde el Gobierno muestra como un éxito la baja de la inseguridad por la política anti narco?

Las 162 ternas representan el 25% de los cargos de la Justicia federal y nacional. La selección de cada postulante –de las ternas enviadas por el Consejo de la Magistratura– es un principio de desembarco libertario en el Poder Judicial. No el único: como anticipó Cenital este viernes, Milei prevé postular a Sebastian Amerio, viceministro de Justicia, como procurador general en lugar de Eduardo Casal.

Pactos rotos y nuevo pliego

Amerio, que era visto como un judicial clásico, reveló un perfil voraz que encaja con los modos de su amigo Santiago Caputo, proceso que se entendía como la antesala de ascender al lugar de Mariano Cúneo Libarona cuyo nombre sonó, la semana pasada, como el próximo eyectado tras la expulsión de Mondino. En la paritaria con la Corte por los salariales judiciales, el gremio pidió 7 puntos, la Corte ofreció 3 y Amerio rompió la negociación al aceptar dar solo el 1% de aumento. En la pulseada por los fondos para el Poder Judicial había jugado igual. “La plata que ustedes piden, Toto no se la va a dar”, los toreó. Al final, el ministro fue más concesivo que el ladero de del asesor premium.

En el último plenario, durante el debate sobre la vice del cuerpo, Agustina Díaz Cordero –mencionada en los chats de diputados libertarios que visitaron a Ezeiza a condenados por crímenes de lesa humanidad– Amerio reaccionó frente a la intervención de representantes de organismos de Derechos Humanos. “¿Vamos a seguir escuchando reiteraciones de conceptos abstractos?”, intervino.

En la Justicia miran con inquietud esos movimientos. El desempeño de Amerio genera malestar incluso entre los que son señalados como sus protectores. Juan Carlos Maqueda, que corre contra el deadline de los 75 que cumple el 29 de diciembre, dejaría firmado un fallo antes de irse que puede convertirse en una bomba: refiere a planteo que está en la Corte para reconocer el derecho de las fuerzas de Seguridad a conformar una entidad gremial.

Roto el acuerdo con el peronismo, ¿con qué votos esperan Milei y Caputo allanar la llegada de Amerio a la Procuración? La cuenta es difícil porque Macri pidió la continuidad de Casal y los votos provinciales son insuficientes. En una proyección que hace el polítologo Pablo Salinas, LLA podría crecer en el Senado y llegar a 15 bancas propias. UxP, por su lado, quedaría con una 30. Es decir: aun post 2025, el poder libertario en el Senado será limitado. Esas matemáticas vuelven verosímil la hipótesis, que contó Alejandro Bercovich en elDiarioAr, sobre la designación de Lijo y García Mansilla por decreto, en comisión. Ese escenario otorga un interés mayor a la reforma del régimen de DNU que impulsa la oposición, que Milei vetará y que dependerá, otra vez, de los votos del PRO.

“Mientras siga bajando la inflación, lo demás se perdona. Pero se necesita épica, relato como el kirchnerismo que eso lo hacían muy bien”, dicen en Gobierno y advierten que Milei no se obsesiona con la velocidad de la baja, algo que sí impactó en el malhumor social en septiembre, junto al veto a jubilados. El presidente explica que ya hizo lo que tenía que hacer para bajar la inflación y que, aun con rebotes y amesetamiento, la caída está encaminada.

Cenital

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