El uso excesivo de las fuerzas de seguridad en las protestas sociales ha dejado al menos 20 muertos, 11.500 heridos, 20.000 detenidos y otros abusos en lo manifestantes chilenos. La administración tuvo que aceptar las graves violaciones en las manifestaciones del país y considerar una reforma en la policía chilena, tras la publicación del informe de la organización Human Rights Watch.
El Gobierno de Chile admitió que sean cometidos en las protestas sociales, que rechazan las políticas neoliberales y que exigen la renuncia del presidente Sebastián Piñera, violaciones de derechos humanos contra los manifestantes y la sociedad civil.
La subsecretaria de Derechos Humanos, Lorena Recabarren, expresó que “el Gobierno chileno recibió con dolor los datos graves sobre vulneraciones a los derechos de las personas, incluyendo denuncias de abusos, malos tratos y violencia sexual”, luego que se publicó el informe de la organización de Human Rights Watch (HRW).
En ese sentido, detalló que revisarán las recomendaciones del informe, las cuales fueron hechas por los observadores internacionales que invitó el presidente Piñera.
Por su parte, la directora suplente del departamento de Derechos Humanos de Carabineros, Karina Soza, dijo que tras la publicación del informe de la organización internacional reconocen que debe hacerse una reforma en la fuerza policial chilena.
“Carabineros pudo haber cometido errores que son materia de investigación, en caso de ser así, duele como institución y espera que no se repitan”, acotó Soza.
Tras las intensas manifestaciones sociales en Chile, que a la fecha cumple 40 días, las jornadas han sido marcadas por represión y abusos contra los manifestantes que luchan por un cambio social para el país.
Decenas de comisiones de derechos humanos, organizaciones en comité de emergencia y resguardo, de salud y atención de heridos han constantados que el mecanismo aplicado por los Carabineros contra los manifestantes y la sociedad civil es lanzamiento de perdigones, bombas lacrimógenas a quema ropa, golpes, detenciones ilegales, entre otros abusos.
(de En Orsai)
