El presidente electo de Bolivia, Luis Arce, desgrana, en una entrevista a Sputnik, los ejes de su plan de gobierno para que su país vuelva a la senda del crecimiento tras casi un año de incertidumbre generada por las fuerzas de la oposición.
Arce y su partido, el Movimiento Al Socialismo (MAS), arrasaron en las elecciones generales del pasado 18 de octubre. Las urnas otorgaron mayoría absoluta al MAS en ambas cámaras del Parlamento, lo que permitirá gobernar sin sobresaltos al mandatario electo, cuya investidura está prevista para el 8 de noviembre.
Considerado el artífice del milagro económico boliviano durante los dos mandatos del presidente Evo Morales (2006-2019), Arce, economista de profesión, apuesta por la industrialización del país para sustituir las importaciones. “Tenemos un enorme potencial para producir, dejando de importar muchas materias primas y también productos finales, que, hoy por hoy, estamos importando”, subrayó a Sputnik.
El político se pronunció también por seguir con el proyecto de la industrialización del litio para producir y exportar baterías de este estratégico metal, un plan que generará 41 nuevas industrias derivadas. Otra de sus prioridades es la incursión de Bolivia en la producción del polipropileno y el polietileno con su primera planta petroquímica, un proyecto actualmente congelado.
Arce subrayó que su Gobierno procurará darle valor añadido a sus materias primas impulsando la siderurgia, un área en la que buscaría asistencia tecnológica de Rusia. También está en su mira la producción de diesel ecológico con aceites reciclados para el transporte.
La hoja de coca, la hierba ancestral que reivindican los bolivianos por sus propiedades medicinales, no escapa de la atención del veterano economista quien plantea usarla en la fabricación de pastas dentales, aprovechando su efecto contra la caries. La industria local ofrece actualmente al mundo harina, cremas para la piel, champú y otros productos a partir de la milenaria planta.
Relaciones con Rusia
Arce dice que impulsará los vínculos con Rusia, que retrocedieron durante el gobierno de facto de Jeanine Áñez. “Creo que estos últimos once meses ha habido un deterioro de las relaciones entre Bolivia y Rusia, provocado justamente por la presencia de un gobierno de facto que vino con un golpe de Estado, que no entendió lo que está detrás de la relación entre nuestros países”, apuntó.
“Me encantaría tener una reunión presencial con el presidente [ruso Vladímir] Putin, en cualquier escenario, ya sea cuando estemos en Naciones Unidas o en cualquier otro escenario, para poder, justamente, intercambiar y ahondar en los temas que nos interesen a ambos países”, indicó Arce, matizando que “lo antes posible sería óptimo para nosotros, pero entendemos la agenda que debe tener el presidente Putin”.
El político avanzó, además, que Bolivia comprará la vacuna Sputnik V contra el coronavirus, cuando esté disponible.
Venezuela y EEUU
El Gobierno de Áñez cortó los contactos con Venezuela por una tema “netamente ideológico”, dijo Arce, quien planea recuperar las relaciones con el país sudamericano y evaluar la presencia de Bolivia en el Grupo de Lima.
En cuanto a Estados Unidos, remarcó que Bolivia busca relaciones de igual a igual y que se respete su soberanía. Tras calificar la política de sanciones de “infantil”, Arce cree que las naciones “tienen que moverse con otros elementos y no tipificando y juzgando a los países, nadie es quien para juzgar a un país”.
Al referirse a las elecciones estadounidenses del próximo 3 de noviembre que disputan el republicano Donald Trump y el demócrata Joe Biden, el político boliviano señaló que “hay una diferencia enorme entre uno y otro, para uno somos el simple patio trasero y con el otro (Joe Biden) quizás tengamos una oportunidad de conversar y de allanar algunos espacios para mejorar nuestras relaciones y nuestra economía”.
Arce, ideólogo del programa económico de Evo Morales que llevó a Bolivia a reducir la pobreza y a tasas de crecimiento altas y sostenibles, espera llevar nuevamente a su país por el camino de la estabilidad y el progreso.
Agencia Sputnik
