Aseguran que hay cinco veces más personas en situación de calle que las admitidas por la Ciudad

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El número oficial aumentó 32% desde 2016, pero las organizaciones que trabajan con esa población vulnerable denuncian que son más y que la gestión las oculta. El dato aparece recurrentemente en los focus groups entre votantes porteños.

Los números oficiales de la Dirección de Estadística porteña confirmaron lo que venía apareciendo con insistencia en los focus groups porteños del último año: en la ciudad más rica del país hay cada vez más personas que viven en la calle. La muerte de Sergio Zacaríaz durante una noche helada a diez cuadras de la Casa Rosada le agrega una capa extra de crueldad al dato. En la ciudad más rica del país, a diez cuadras de donde trabaja el Presidente, un señor de 52 años se puede morir de frío en la calle sin nadie ahí para ayudarlo.

El número que oficialmente difundió la Ciudad es de 1.146 personas en situación de calle en el distrito que gobierna desde hace casi 12 años el macrismo. Ese número, que creció un 32% desde 2016 (cuando la información oficial hablaba de 866 personas sin techo en la Ciudad), es cuestionado metodológicamente por algunos organismos oficiales, como la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, y por las más de 40 ONGs que en los últimos años llevan adelante su propio censo de personas en situación de calle. Ese relevamiento no oficial arroja cifras que quintuplican a las oficiales, aseguran.

El censo de las ONGs fue realizado durante abril y sus resultados definitivos serán publicados el 25 de julio. El año pasado, mientras la Ciudad reconocía oficialmente 1.091 personas en situación de calle, las organizaciones sociales relevaron 4.394 (que llegaron a ser 5.872 contabilizando a las personas que duermen en paradores del gobierno porteño). La enorme distancia entre ambas cifras se origina en una diferencia metodológica: mientras que el relevamiento oficial se hace durante una sola noche de abril y en zonas de alta concentración de personas en situación de calle, el de las ONGs dura una semana y abarca a toda la Ciudad, con visitas dobles en cada zona: de mañana y de noche, y durante la semana y en fin de semana.

Algunas de las organizaciones que trabajaron en el censo, como Abrigar Derechos o No Tan Distintas, denunciaron que durante sus recorridas hubo operativos de desalojo de personas en situación de calle y de traslado compulsivo a hoteles. “Los días del censo hubo muchos operativos donde desalojaban ranchadas, muchos en forma violenta, manguereando los lugares, llevándose pertenencias en los camiones. También nos enteramos que a muchas familias les han ofrecido hotelamiento forzado para que se vayan del lugar no con el objetivo de resolver su situación sino para que desaparezcan por unos días, para que no se vean”, relató Paola, de Abrigar Derechos. “Todos estos manejos son seguramente para que el número que arroje el censo dé menos que la realidad”, agregó. Sin embargo, según Claudia Enrinch, de Ciudad Sin Techo, el número creció exponencialmente, en línea con el crecimiento de la pobreza y la indigencia que reveló el Indec.

El tema surgió con fuerza en uno de los focus groups que la Agencia Moteagudo hizo en la Ciudad en mayo. Entre los cinco grupos de votantes indecisos estudiados apareció una sensación de pobreza creciente en la Ciudad, en contraste con que el un distrito rico y que está más lindo. En general, los participantes del estudio dijeron notar que hay más gente en situación de calle y todos los grupos mencionaron haber visto gente comiendo de la basura y en los halls de los hospitales. Además, particularmente en el grupo integrado por personas de entre 16 y 35 años de nivel socioeconómico bajo, aparecieron comentarios sobre que las personas en situación de calle son “gente como uno”.

En las últimas horas, el vicejefe de gobierno porteño, Diego Santilli, y la ministra de Desarrollo Humano y segunda candidata a senadora detrás de Martín Lousteau, Guadalupe Tagliaferri, admitieron que la situación empeoró. “En los últimos seis meses creció 5% la gente en situación de calle, estamos pasando momentos duros”, reconoció Santilli en FM Futurock. Y agregó, en un intento de exculpar a su gestión, que “mucha gente prefiere dormir en la calle antes que dormir en un parador”

El dato es correcto, pero no exculpa a la gestión de Larreta. Los paradores representan 650 vacantes (no alcanzan, como dijo Tagliaferri, al total de la población en situación de calle) y no son el lugar ideal para pasar la noche. A las familias las separan (hay paradores de varones y paradores de mujeres y sólo en estos últimos se permite el ingreso de niños), además de que son lugares adonde se viven situaciones de violencia e inseguridad.

Como si el panorama no fuera lo suficientemente sombrío, le faltan además a los números oficiales que difundió la Ciudad algunas consideraciones extra. La primera es que, legalmente, también deberían ser consideradas en situación de calle las personas que tienen sentencia judicial firme para ser desalojadas. Y ahí el abanico se amplía aún más. El universo de casas tomadas en la Ciudad es enorme.

En este momento, por ejemplo, la Defensoría del Pueblo lleva el caso de una casa tomada en Parque Patricios con sentencia firme de desalojo en la que viven unas 300 personas (entre ellas, 100 nenas y nenes). Ya hubo varias audiencias de mediación entre la Ciudad y las familias, sin resolución.

De los cinco programas que la Ciudad tiene para dar respuesta a situaciones de calle, cuatro son paliativos (entrega de comida y frazadas; subsidios de $8.000 para alquiler; paradores y hogares) y sólo uno ofrece una solución definitiva: la Ley 341. Las familias de Parque Patricios quieren, por supuesto, una solución permanente. Eso significaría aplicar la Ley 341 de acceso a la vivienda, para garantizar que quienes viven allí puedan seguir haciéndolo (ya sea porque la Ciudad expropia el edificio o porque se lo compra a sus dueños actuales, que hace diez años lo pagaron un millón y medio de pesos, para luego entregarlo a las familias que lo ocupan). Sin embargo, el gobierno porteño argumentó hasta ahora que no tiene presupuesto para afrontar tal solución y el lunes, en la última mediación, sólo les ofreció un subsidio del Ministerio de Desarrollo Humano de $8.000 por adulto.

Esta última opción, lamentan en la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, provocaría que esas familias permanezcan en situación de déficit habitacional, alquilando en algún hotel o en alguna villa. “Aunque el edificio hoy salga el doble o el triple, es un monto que a la larga le ahorraría dinero a la Ciudad. Lo que ofrecen ahora es que esas familias se paguen un alquiler en una villa por tiempo indeterminado que probablemente dentro de tres años van a querer urbanizar. Ni hablar de las condiciones de los hoteles que se pagan con el subsidio. Están en condiciones que dan pavor. Pagamos con fondos públicos para que la gente viva en esas condiciones mientras los dueños de esos hoteles se enriquecen”, agregan.

Fuentes del gobierno de la Ciudad aducen restricciones presupuestarias para la aplicación de la Ley 341 y advierten que, además, hay comunidades similares a la de Parque Patricios que esperan desde hace 15 años una solución. Deberían ser tenidas en cuenta antes que estas 300 familias, señalan.

Sin embargo, según datos de la última Ley de Presupuesto porteña, la Ciudad destinó casi la misma cantidad de dinero a las soluciones transitorias para las personas en situación de calle (subsidios, paradores y hogares) que a las definitivas. 223 millones de pesos para las primeras y 226 para las segundas el año pasado. Pero no son inversiones equiparables: las soluciones transitorias no sacaron a nadie de la calle de manera definitiva.

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