El presidente mantuvo una reunión de cuatro horas con la ministra Sandra Pettovello, involucrada en denuncias por falta de distribución de alimentos y contrataciones irrregulares. La renuncia del viceministro del área, los mercados, Comodoro Py y el Parlamento le marcaron los tiempos en su semana más difícil.
Javier Milei todavía no terminó de hacer cambios en el Gabinete. Hace dos semanas dijo que todo el equipo estaba en revisión, pero lo hizo para rodear el despido de Nicolás Posse como jefe de Gabinete y reemplazarlo por Guillermo Francos. Apenas terminó el enroque, se agudizó el escándalo por el acopio de alimentos y la Justicia federal le asestó un duro revés en segunda instancia que confirmó todas las acusaciones en su contra. Quizás por eso el presidente pasó este sábado concentrado en preservar a Sandra Pettovello, su ministra de Capital Humano y cuya cabeza es reclamada por una parte del entorno presidencial, que en público sale a reivindicarla. Milei la recibió en la Residencia de Olivos y estuvieron reunidos durante cuatro horas. El presidente la quiere a su lado ahora que está a un paso de cerrar su primer semestre de gobierno y luego de clausurar la semana más difícil de su corta gestión. En medio de esa tensión inesperada, Milei este lunes cumplirá sus primeros seis meses en el cargo.
Es la primera vez, desde el cambio de Gobierno, que en la Casa Rosada vinculan una respuesta negativa de los mercados ante los problemas de la gestión y las debilidades que han quedado al desnudo en el Congreso. «Los mercados esperan que el gobierno mantenga el déficit cero para saldar sus deudas y cuando el Congreso le impone un aumento del 0,8% del PBI lo consideran un peligro», justificaron en el Gabinete. Eligen echarle la culpa a la sesión del martes en la Cámara Baja. Tanto radicales, como peronistas y Hacemos Coalición Federal, reunieron por segunda semana consecutiva el quórum necesario para sesionar y esta vez llegaron a los dos tercios de los presentes para aprobar un dictamen impulsado por la UCR para cambiar la fórmula de actualización jubilatoria. El impacto, según la Oficina de Presupuesto del Congreso, es del 0,46% del PBI, casi la mitad que esgrimen en Balcarce 50. La ofensiva opositora le marcó la cancha al presidente y por primera vez le impuso su agenda en el terreno legislativo donde el ofialismo cumple seis meses sin poder conseguir nignuna ley del Congreso. Todavía resta el trámite del Senado para el texto aprobado por Diputados, pero el presidente se apresuró y aseguró que vetará el texto si es sancionado. Sus funcionarios tuvieron que salir a relativizar el alcance de esa pulseada. La tiró en un momento de extrema debilidad. Fue en vísperas del tratamiento de la ley Bases y el Paquete Fiscal en el recinto del Senado, previsto para este miércoles.
No fue lo más espeso que le tocó transitar a Milei esta semana. El domingo pasado se le cruzaron dos cables pelados. Cerraba su séptimo viaje al exterior y mientras arreciaban las críticas por una renovada ausencia durante un momento sensible de su gestión, a su amiga Pettovello le estalló el escándalo por los alimentos. La ministra quedó muy expuesta entre la retractación de sus desmentidas previas, porque finalmente reconoció lo que había negado antes, y el despido de su virtual viceministro Pablo De La Torre, con acusaciones de presuntas irregularidades en contrataciones de personal y de alimentos. No sólo lo denunció ante la Oficina Anticorrupción. También la abogada y ahora funcionaria de confianza, Leila Gianni, hizo una denuncia ante la Justicia por averiguación de delito. La salida de De La Torre originó una estampida de funcionarios de la Secretaría de Niñez y Familia y también dejó al desnudo que está sucediendo lo mismo en el área de Educación, conducida por Carlos Torrendell.
En ambas áreas hay un batallón de funcionarios que tienen contratos a través de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI). Llevan meses sin cobrar y creen que el desgaste de Pettovello era inevitable porque la idea de fundir cuatro áreas muy sensibles en una sola cartera era una garantía de problemas. Capital Humano reúne a los exministerios de Desarrollo Social, Educación, Trabajo y Cultura. El viernes se sumó otra renuncia que aumentó a 20 las salidas y despidos del staff de la ministra. La pieza que aumentó las sospechas de un movimiento más drástico en el entorno de Pettovello fue la partida de Fernando Szereszevsky, jefe de Gabinete del Ministerio. Dijo que estaba previsto de antemano que este mes debería volver a trabajar como manager de los Ratones Paranoicos, pero se trata de una figura clave en la administración de la cartera ingobernable.
Dentro del mega Ministerio, algunos funcionarios que no están de acuerdo con las derivaciones del escándalo arriesgan que Szereszevsky fue preservado de las implicancias judiciales que vendrán. La mayor intriga pasa por el ex «DGA» del despedido De La Torre. Federico Fernández, conocido como «Fede», era el director General Administrativo de la Secretaría de Niñez y fue quien estuvo varias horas encerrado por la custodia de Pettovello para aportar información sobre el presunto mecanismo que funcionó para distribuir los pagos recibidos de la OEI. En el medio se filtró una planilla donde aparecen 18 pagos de 600.000 a 1.400.000 pesos de personas sin designación en el Ministerio que serían amigos o conocidos de «Fefe» cuando estudiaron juntos en el Colegio La Salle. Ahí esta uno de los focos de la investigación, porque sería el origen de presuntos sobresueldos para pagarle a otros funcionarios. Cuando se enteraron de la renuncia de Szereszevsky, en Capital Humano evaluaron que es otra parte de un plan de reducción de daños antes de que la situación siga empeorando. Algo tienen claro todos los funcionarios consultados para esta nota. Coinciden en que Pettovello firmó movimientos y solicitudes que podrían incriminarla y que corrió a Szereszevsky porque podría ser una pieza clave en la operación irregular que le endilga a De La Torre y a «Fefe».
La mancha de los contratos de la OEI también podría salpicar a Torrendell en Educación y originar más intrigas sobre los funcionarios que se fueron yendo a tan poco de asumir.
Entre esos crujidos, también está la interna solapada del gobierno. Cuando se fue Posse, Pettovello sintió alivio porque se sacó de encima a uno de sus detractores. No puede decir lo mismo del consultor Santiago Caputo y mucho menos de la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei. Deslizan bronca por el desgaste que le provoca a Milei el escándalo de Capital Humano, pero ahora deben guardar silencio y cerrar filas para evitar un derrumbe inesperado de una parte clave del entorno presidencial. «Santiago dio la orden de defender a Sandra, pero es uno de los que más la ha criticado», cuenta una espada del Gobierno, preocupado por las consecuencias de que se haga trizas el entorno que sostiene política y emocionalmente al presidente.
El tema también podría empeorar en el Congreso. Este martes la Comisión de Acción Social y Salud de la Cámara Baja invitó a la ministra para que responda preguntas sobre el caso, pero es posible que no vaya, a partir de una interpretación del reglamento para ganar tiempo. En el Senado la bancada de Unión por la Patria presentó un pedido de sesión para interpelarla el próximo miércoles. La vicepresidenta Victoria Villarruel convocó para esa jornada la sesión por la ley Bases, pero el panperonismo buscó morderle los talones porque perciben la cautela y el silencio de la titular del Senado sobre Pettovello. En el gobierno esperaban una defensa más decidida, pero Karina sólo dijo que era una de las mejores ministras del Gobierno y no hizo ningún esfuerzo más.
La crisis con Pettovello dejó en segundo plano que la canciller Diana Mondino también había sido citada a la comisión de Relaciones Exteriores del Senado para explicar el conflicto diplomático con España, pero la comparecencia fue postergada. La jefa del Palacio de Hacienda suena como otro posible cambio ministerial, junto con su colega de Justicia, Mariano Cúneo Libarona. Entre esas sombras, aparece Federico Sturzenegger. Los voceros presidenciales sostienen que se postergará su nombramienro, pero la fragilidad de Pettovello les impone la necesidad de un relanzamiento que, al menos, comunique una capacidad aceptable de gestión. Ahí podría aparecer pronto el extitular del Banco Central de la presidencia de Mauricio Macri, como una forma de mostrar organización y ejecutividad sobre las áreas en crisis. Este sábado no estuvo en Olivos. En su lugar estuvo su viejo antagonista, el ministro de Economía Luis «Toto» Caputo, que también estaría dispuesto a aflojar la billetera para blindar a la ministra preferida del presidente.
Los siete viajes al exterior desaniman a los funcionarios que acompañan a Milei hace un semestre. Algunos creen que lo hace porque no se banca el estrés de la gestión. Suponen que por eso elige armar una agenda hiperactiva en el exterior, sin visitas de Estado. Lamentan que privilegie esos vuelos a recorrer las provincias del país, mientras asisten a una ola de renuncias y de despidos deshonrosos con balas que pican cada vez más cerca. El límite, dicen, es que les llegue una citación de la Justicia y que sus propios superiores elijan echarles la culpa, como hicieron con Posse, De La Torre y el primer ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro. «
El CELS evalúa la gestión de DDHH de Milei
Desde que asumió la presidencia Javier Milei seis meses atrás, el gobierno nacional desplegó su negacionismo en cada oportunidad que tuvo. Pero además de los discursos que niegan, relativizan o hasta reivindican el terrorismo de Estado, la gestión libertaria llevó adelante en este corto tiempo una buena cantidad de medidas que tienen por objetivo obstaculizar o paralizar las políticas de Memoria, Verdad y Justicia que se construyeron en estos 40 años de democracia.
En un informe que se va a difundir este lunes, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) hizo un relevamiento de estas medidas tomadas desde diciembre por el Poder Ejecutivo y que marcan un gran retroceso en materia de Derechos Humanos.
“La política de Memoria, Verdad y Justicia se ve afectada por una combinación del ajuste general de los fondos públicos y el desfinanciamiento y/o vaciamiento de estructuras”, señala el documento, titulado “Terrorismo de Estado y políticas de memoria, verdad y justicia a seis meses del gobierno de Javier Milei”, en el que se repasan cómo estas decisiones afectaron tres ejes: los juicios por crímenes de lesa humanidad, los espacios de memoria y las políticas reparatorias.
En el caso de los juicios, el CELS señala varias medidas que afectaron el desarrollo de las investigaciones y de las audiencias. Una de las principales es que el Ministerio de Defensa haya finalizado la tarea del Equipo de Relevamiento y Análisis documental de los archivos de las Fuerzas Armadas, un área que contribuyó al proceso de Justicia con documentación clave para conocer estructuras del sistema represivo e identificar represores.
Destaca también el cierre del Programa Memoria Colectiva e Inclusión Social (MECIS) del INCAA, que filmaba las audiencias en los juicios por delitos de lesa humanidad en todo el país, y la reciente negativa de la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, de responder pedidos de información sobre los archivos de las instituciones y fuerzas de seguridad que presentó la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI).
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